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¿Y tú cuanto te ahorras?

La pura verdad, mi desahogo y ¿el de cuántos más?

Año 2012 (casi 2013), Siglo XXI, era de tecnología y comunicaciones, pero, ¿se han enterado las grandes empresas y grandes bancos de este país?

Voy a responder yo ¡¡¡¡ NOOOOOOO !!!!

 Que a día de hoy se tenga que trabajar 15 y 16 horas en una oficina cuando realmente el  80% del trabajo se podría hacer desde casa (y digo el 80% por no decir el 99%), es lo mismo que cuando a los esclavos se les ataban con cadenas para que no escapasen. Que se tengan que dedicar horas de los fines de semana, además del trabajo semanal, para tener que ir a las oficinas a realizar trabajos que ¡¡ también se podrían hacer desde casa !!, es destrozar familias, es quitar a los niños de estar con sus padres, es estar en contra de la conciliación familiar, es acercarse mucho más al esclavismo de las personas. Todo ello por mero capricho de unos pocos.

Pero de todo esto, ¿qué es lo más triste?, que estas empresas y bancos son las que han prejubilado a gran número de personas, personas con conocimientos y experiencia de muchos años y que son las únicas que ya han vivido otras crisis y probablemente tienen conocimientos para ayudarnos a salir de este pozo en el que nos están hundiendo cada vez más. Ahora nos encontramos con unos cuantos “niños” repletos de títulos y masters que no les dan la suficiente capacidad para saber como salvar unas empresas y un país, sólo saben de números y de beneficios, de como dejar de perder dinero eliminando costes humanos en lugar de reducir otros tipos de costes.

Conocí hace años a una persona a la que admiro muchísimo. Esta persona decía que el mayor activo que tenía su empresa eran sus empleados. Me imagino que viendo lo que en esa empresa está ocurriendo ahora estará tirándose de los pelos. Se están reduciendo costes, efectivamente, despidiendo a gente, gente con más de veinte años de antigüedad y más de 45 años, con familia y con un porvenir muy negro. ¿Qué habría hecho él? Estaría por apostar que no habría despidos, pero sí otro planteamiento. ¿A cuántos de los que han ido a la calle les habría propuesto la opción de trabajar desde casa? ¿les habría propuesto una serie de años renunciando a una parte de su sueldo? ¿Qué habrían respondido estas personas? Seguro que habrían dicho que sí. Ya está bien de desconfiar de la profesionalidad de la gente, y aunque hubiese razones, ¿no sería una forma de crear una cultura de trabajo para las generaciones venideras? Creemos la cultura de la responsabilidad, la profesionalidad y el trabajo serio; demostremos que confiamos en la gente, démosles esa seguridad y estabilidad emocional y familiar que tanto se necesita, que los hijos puedan estar con sus padres y recibir la educación de ellos, que no sean los abuelos los que tengan que volver a pasar por educar a unos niños que son sus nietos y de los que sólo, sólo tienen que disfrutar.

Estamos volviendo a la esclavitud, a la deshumanización, provocando el abandono en la educación de nuestros hijos, despoblando muchas zonas de nuestro país sólo por el hecho de concentrar el trabajo en tres sitios del país, provocando masificaciones que sólo provocan tensiones y enfrentamientos entre personas que sólo quieren trabajar, vivir y disfrutar de su familia y su vida.

Estoy hablando en primera persona de plural, pero me corrijo a mí mismo y digo, muy claramente, son los dirigentes de esas empresas y bancos los que no tienen humanidad y no quieren dejar que nadie la tenga.

Voy a parar, tengo para seguir escribiendo por mucho rato, pero no ahora, quizás en breve lo vuelva a hacer, quizás no. Estas palabras no son más que un desahogo para mí, ya que seguro que caen en saco roto y ninguna de esas personas las leerá, y si las lee, seguro que se va a reír a carcajadas de mí, de nosotros.

Lo dicho hasta …..

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