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¿Y tú cuanto te ahorras?

No tires el trabajo realizado

Es bien sabido que cuando se realiza un trabajo es muy difícil que todo el realizado sea correcto, es factible que a determinados tipos de empresas se les haga pedidos de los productos que producen, también es muy cierto que esos productos que se fabrican al llegar a su destino pueden ser rechazados por no cumplir los requisitos exactos que se solicitaron.

Desde este momento se plantean situaciones condicionadas por el producto en cuestión, desmantelar el producto para reutilizar las partes que lo forman o tratar de ver si puede ser útil para otro/ cliente/s.

Pongámonos en el caso de que queremos desmantelar el producto fabricado para reutilizar sus partes, se debería valorar el coste de dicho trabajo así como el de volver a trasladarlo al lugar donde se manufacturó.

Ahora bien, miremos la otra opción, guardar ese producto con el fin de poder darle otra salida. Si hablamos de un servicio bien en el territorio nacional, bien con cobertura internacional, lo que hay que controlar es ese producto que pasa a un status de “incidencia” por no cumplir las condicione que pidió el cliente. Ojo, vamos a dejar clara una cosa, no es lo mismo un producto que no cumple lo solicitado que un producto fabricado con defectos; dependiendo de lo que estemos hablando podemos reutilizar o no.

¿Cómo podemos controlar ese producto? Con los ordenadores y la informática, hoy en día se pueden establecer esos controles, se pueden crear capturas de datos y almacenamiento de la información a disposición de cualquier empleado de la empresa que pueda consultarlo y de esa manera poder buscar la manera de dar salida al producto o a las partes que lo componen y se puedan reutilizar.

Una buena Base de Datos con una correcta información es fundamental para poder realizar este trabajo, no es productivo ni rentable tener que tirar ni deshacer un trabajo ya hecho por el sencillo motivo de que no es lo que “este” cliente quería sin saber que “ese” cliente le podrá ser útil. Igual que se tiene un catálogo de productos para vender y con características deseadas por cliente, también es cierto que muchas veces esas características son las que el vendedor “le recomienda”, ¿por qué no ampliar el catálogo de productos con aquellos productos que tenemos almacenados por los motivos hasta ahora mencionados? ¿para qué están los vendedores si no es para tratar de colocar estos productos convenciendo al cliente? ¿cuánto dinero se podría ahorrar en tiempo de trabajo, material, etc?

En un mundo en el que todo el mundo habla de reciclar, en las empresas manufactureras se podría hacer mucha de esta labor y además ahorrar dinero y tiempo, pero parece que es más fácil dejarse llevar que tratar de innovar.

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